Hoy toca una de las recetas más conocida de la gastronomía griega: la musaka o moussaka griega. Es un plato relativamente sencillo, básicamente se trata de ir alternando capas hasta que nos queda un rico pastel de verduras y carne. Ojo!! que no una lasaña, ya que estos dos platos son bien distintos y por ello muchas personas los comparan y otras los confunden.
La musaca es una de mis recetas mediterráneas favoritas por aquello de la sencillez de sus ingredientes y por que además tengo debilidad por las berenjenas, me fascinan por su versatilidad y su curioso sabor, además cada día me sorprenden mas. Y para aquellos que a los que nos les guste la carne, sólo tienen que sustituir la carne por más verduras como por ejemplo apio, champiñones, calabacines, etc… y seguirá estando igual de rica.
ingredientes para 6 personas
- 1/2kg Carne de ternera o cordero picada
- 1kg Berenjenas
- 2 Tomates grandes
- 1/2 Vaso de vino blanco
- 1/2l bechamel
- 2 Cebollas
- 4 Dientes de ajo
- Queso emmental rallado
- 1 Cucharadita de canela molida
- Menta fresca
- Perejil fresco picado
- Sal
- Pimienta
- Azúcar
- Aceite de oliva virgen
musaka elaboración
Empezamos con las berenjenas, quizás esta sea la parte más importante de esta receta de musaka ya que las berenjenas van a ser las que separen unas capas de otras. Cortamos las berenjenas en rodajas de un dedo de grosor mas o menos(no las cortéis demasiado finas, luego pierden agua y se quedan en nada).
Ponemos las lonchas de berenjena en un recipiente alargado(puede ser el que vamos a utilizar para hacer la musaka después, aunque yo las hice individuales se pueden hacer en una fuente todas las raciones juntas) y les ponemos abundante sal. Dejamos que reposen 30 o 40 minutos para que salga parte de su agua y no queden amargas.
Vamos pasando las rodajas de berenjena por agua fría y las dejamos en un escurridor hasta que estén bien secas, después las secamos con papel absorbente. En una sartén ponemos aceite de oliva y cuando veamos que empieza a calentarse vamos añadiendo las berenjenas. Las freímos hasta que estén doradas.
Una vez fritas las dejamos escurrir en un plato con papel absorbente para evitar que queden aceitosas. Es muy importante que cuando friamos las berenjenas, la sartén no debe tener demasiado aceite porque entonces quedaran demasiado duras y eso no es lo que buscamos. Reservamos hasta que montemos nuestra musaka.
Pelamos los tomates, para ello ponemos un cazo con agua, hacemos una cruz en el «culo» de los tomates y los escaldamos, así es mucho mas fácil pelarlos. Una vez pelados los picamos en trozos mas bien grandes. Cortamos las cebollas y los dientes de ajo lo más pequeños que podamos. Salpimentamos la carne. Ponemos los ingredientes de nuestra musaka cada uno en un plato.
Mientras tanto en otra cazuela ponemos aproximadamente unas tres cucharadas de aceite, cuando este templadito pondremos las cebollas y el ajo. Lo pochamos y cuando estén listos añadiremos la carne picada. Añadiremos también un poquito de menta, perejil picado y una cucharadita de canela en polvo. Sofreímos la mezcla de nuestra musaka durante aproximadamente 5 minutos a fuego suave y sin dejar de remover para que nos pegue.
Una vez veamos que la carne esta hecha añadiremos el tomate con una cucharadita de azúcar y otra de sal, lo sofreímos hasta que el tomate esté listo. Cuanto este preparado, agregamos el vino blanco y lo dejamos reducir todo hasta que nos quede una especie de «salsa» mas bien compacta, este proceso puede tardar unos 15 minutos mas o menos. Mientras Tanto preparamos nuestra bechamel.
A continuación precalentamos nuestro horno a unos 180˚ para que esté listo cuando vayamos a meter la musaka. Montar este plato es muy sencillo, engrasamos la fuente con un poquito de aceite y vamos a ir alternando capas. Es decir una capa de rodajas de berenjena, otra capa de la mezcla con la carne y la siguiente capa de bechamel. Así hasta cubrir la fuente, suelen salir unos dos pisos. Terminamos nuestra musaka con una capa gordita de bechamel(un dedo +/-) y encima ponemos un poquito de queso rallado emmental para gratinar(podéis utilizar cualquier otro que os guste).
La metemos al horno unos 25 minutos +/- a 180˚ recordar poner el gratinador para que nos quede dorada por encima. Pondremos un toque de orégano 5 minutos antes de sacarla del horno. Recordar vigilarla y si veis que está lista por encima quitar el gratinador, en mi horno por ejemplo tengo que dejarlo todo el proceso, pero hay hornos en los que no pues tienen más potencia. Así que vigilar que no se os queme. Espero que os guste este fantástico plato llamado musaka tanto como a mi.