
La mermelada de melocotón tiene una larga tradición en la cocina mediterránea, donde los frutales abundan y las conservas eran esenciales para aprovechar la cosecha de verano durante todo el año. En muchas zonas rurales, preparar confituras era una costumbre transmitida de generación en generación, convirtiéndose en un símbolo de aprovechamiento y de cocina casera auténtica.
Este plato se clasifica como una receta de repostería y conserva dulce, ideal para untar en tostadas, rellenar tartas, acompañar yogures o incluso dar un toque afrutado a platos salados. Su versatilidad la convierte en una preparación imprescindible en cualquier despensa casera.
El melocotón, protagonista de esta receta, es una fruta rica en antioxidantes, vitaminas C y E, y minerales como potasio y hierro. Además de su valor nutricional, es apreciado culturalmente como uno de los frutos más representativos del verano, asociado a frescura y abundancia. Su bajo contenido en pectina hace que requiera más paciencia en la cocción, pero el resultado es una confitura de sabor delicado y natural.
La mermelada de melocotón destaca por su color dorado-anaranjado, su aroma afrutado y su textura suave pero ligeramente fibrosa. Al degustarla, se percibe un equilibrio perfecto entre dulzor y acidez, con un toque fresco que la convierte en un acompañante irresistible tanto en desayunos como en platos más elaborados.
Ingredientes para +/- 750g de mermelada casera
- 1kg de melocotones maduros (aprox. 8 piezas, 4 tazas en trozos)
- 500g de azúcar (2 tazas)
- Jugo de 1 limón (2cdas aprox.)
Cómo hacer mermelada de melocotón paso a paso
- Lava bien los melocotones, pélalos con cuidado y retira los huesos. Corta la pulpa en trozos pequeños y colócala en un recipiente.
- Añade el jugo de limón y el azúcar. Mezcla bien y deja macerar en la nevera entre 2 y 4 horas para que la fruta libere sus jugos.
- Lleva la mezcla a fuego medio (180 °C / 356 °F) hasta que hierva. Reduce a fuego bajo (160 °C / 320 °F) y cocina durante 60 minutos, removiendo de vez en cuando para evitar que se pegue.
- Esteriliza los tarros de cristal en agua hirviendo durante 10 minutos. Envasa la mermelada caliente, dejando un dedo de espacio hasta el borde. Cierra los tarros y colócalos boca abajo durante 24 horas para hacer el vacío.
Consejos para una mermelada perfecta
- Cocina siempre a fuego bajo para evitar que se caramelice demasiado.
- Si queda muy líquida, prolonga la cocción; si está demasiado espesa, añade un poco de agua caliente.
- Personaliza tu receta con especias como canela, vainilla o jengibre, o incluso un toque de licor afrutado.
Cómo servir y disfrutar la mermelada de melocotón
- Presentación: Sirve en tarros decorativos o cuencos pequeños, acompañados de frutas frescas.
- Guarnición: Ideal con quesos suaves, yogur natural o carnes blancas.
- Acompañamiento: Perfecta en tostadas, bizcochos, crepes o como relleno de tartas.
- Maridaje: Combina muy bien con vinos blancos afrutados, cava, cerveza ligera o infusiones de hierbas.
Preguntas frecuentes sobre esta receta
- ¿Puedo usar pavías en lugar de melocotones?
Sí, aunque la piel es más difícil de retirar y el sabor más dulce e intenso. - ¿Cómo consigo una textura más espesa?
Prolonga la cocción o añade una manzana rallada como fuente natural de pectina. - ¿Se puede hacer con antelación?
Sí, puedes prepararla y conservarla hasta 1 año si los tarros están bien esterilizados. - ¿Es apta para veganos?
Sí, esta receta es 100% vegana y no contiene gluten ni lactosa. - ¿Se puede congelar?
Sí, hasta 6 meses en envases adecuados para congelación. - ¿Qué hacer si queda demasiado dulce?
Añade más jugo de limón o reduce ligeramente la cantidad de azúcar. - ¿Sirve como relleno de repostería?
Perfectamente, es ideal para tartas, bizcochos y bollería casera.
¿Listo para disfrutar de una auténtica mermelada de duraznos casera? Sigue esta receta fácil y cuéntame en los comentarios cómo te ha quedado. ¡Buen provecho!
