
El guisado de albóndigas con patatas es un plato clásico que destaca por su sabor reconfortante, su versatilidad y lo sencillo que es de preparar. Perfecto para comidas familiares, ocasiones especiales o incluso como plato único en un día ajetreado, este estofado tradicional combina ingredientes frescos en una receta que ha sido transmitida de generación en generación.
Aunque no se conoce un creador específico, las albóndigas tienen raíces históricas que se remontan a la Edad Media. Este plato de comida casera ha evolucionado a través del tiempo, adaptándose a las cocinas de distintas culturas. En España, se ha convertido en un imprescindible de la cocina de cuchara, ideal para disfrutar en otoño o invierno, aunque siempre apetecible en cualquier estación.
¿Por qué es tan popular? Además de ser fácil de hacer, permite muchas variantes. Puedes usar distintos tipos de carne, ajustar la cantidad de salsa según tus preferencias y añadir un toque personal con hierbas o especias. En este post te mostraremos cómo preparar esta receta paso a paso, con consejos para que quede perfecta, ideas para servirla y respuestas a las dudas más comunes. ¡Vamos a ello!
ingredientes para 4 personas
- 1 cebolla
- 2 tomates maduros
- 4 patatas
- un puñado de guisantes
- 2 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- pimentón dulce
- caldo de carne, pollo o verduras
- Sal
- 50g Piñones
- 1 cucharadita de azúcar moreno
- 1 vaso de coñac
ingredientes para las albóndigas
- 500g carne picada (50% ternera + 50% cerdo + un blanco)
- 1 huevo talla M
- 1 diente de ajo
- perejil
- sal
- pimienta
- pan rallado
- nuez moscada
- sal
- harina
Cómo hacer guisado de albóndigas con patatas
Preparar los ingredientes: Pica la zanahoria, la cebolla y el ajo finamente. Pela y corta las patatas en trozos grandes. Pica el pollo y el beicon o pídelos ya picados.
Hacer las albóndigas: En un bol, mezcla el pollo, el beicon, la mitad del ajo, perejil, pan rallado, huevo, sal y pimienta. Forma las albóndigas y pásalas por harina. Fríelas hasta dorarlas ligeramente.
Cocinar la base del guiso: En la misma olla, sofríe el ajo restante en aceite, añade la cebolla y cocina hasta que esté transparente. Incorpora la zanahoria, el pimentón y el vino blanco, dejando que evapore el alcohol. Añade el tomate triturado y cocina por 5 minutos.
Cocción del guiso de albóndigas: Agrega el caldo, una vez que arranque el hervor, baja el fuego. Incorpora las albóndigas, guisantes y las patatas fritas. Cocina durante 15-20 minutos con tapa.
Consejos para un guiso de papas y albóndigas perfecto
- Usa patatas de calidad, como Kennebec o Monalisa.
- Añade hierbas como romero o tomillo para realzar el sabor.
- Fríe ligeramente las albóndigas para que queden jugosas.
Cómo servir y disfrutar el guisado de albóndigas con patatas
- Presentación: Sirve en platos hondos con una generosa ración de salsa y guarnición.
- Acompañamiento: Combina con pan rústico o una ensalada verde.
- Maridaje: Un vino tinto joven como un Tempranillo es el complemento perfecto.
Preguntas frecuentes sobre el guisado de albóndigas y papas
¿Se puede congelar este guiso?
Sí, pero congela solo las albóndigas y la salsa, sin las patatas. Añade las patatas frescas al recalentarlo.
¿Qué otros tipos de carne puedo usar?
Puedes sustituir el pollo por carne de cerdo, ternera o incluso una mezcla de ambas.
¿Cómo hacer esta receta sin vino?
Reemplaza el vino por caldo adicional o simplemente omítelo.
¿Puedo usar tomate natural?
Sí, puedes triturarlo o rallarlo, aunque el tomate en conserva aporta más sabor y textura.
¿Cómo evitar que las albóndigas se rompan?
Amasa bien la mezcla y evita moverlas mucho al freírlas.
Este guiso de patatas con albóndigas, digno de las recetas de la abuela, no solo destaca por su sabor casero y reconfortante, sino también por ser una opción nutricionalmente equilibrada. Las albóndigas aportan proteínas esenciales, mientras que las patatas y los guisantes ofrecen carbohidratos complejos, fibra y vitaminas como la C y el grupo B. Además, al prepararse como un estofado, conserva mejor los nutrientes de los ingredientes. Es una receta perfecta para quienes buscan platos tradicionales que alimenten cuerpo y alma. ¡Ideal para compartir en familia o con amigos!