Ensalada de arroz con pollo

Ensalada de arroz con pollo paso a paso: una receta completa, fresca y fácil para disfrutar en cualquier época del año.

Esta receta de ensalada de arroz es ideal para cualquier ocasión. Con ingredientes frescos como tomates cherry, pimientos y cebolla, junto con el pollo dorado, ofrece un sabor delicioso y nutritivo. Fácil de preparar y perfecta para disfrutar fría, es una opción refrescante para los almuerzos ligeros de verano o cenas rápidas sin complicaciones. ¡Seguro se convertirá en una de tus favoritas!

Las ensaladas de arroz tienen una historia fascinante que refleja la diversidad cultural y culinaria alrededor del mundo. Aunque sus orígenes específicos son difíciles de rastrear con precisión, se cree que se popularizaron en Asia, donde el arroz es un alimento básico. Desde allí, se expandieron a otras regiones y se adaptaron a los gustos locales y los ingredientes disponibles. Hoy en día, se encuentran en muchas culturas y se preparan de diversas maneras, desde versiones simples con verduras frescas hasta recetas más elaboradas con carnes, mariscos o aderezos exóticos.

La ensalada de arroz y pollo es una excelente opción para enriquecer nuestra dieta gracias a sus variados beneficios. El arroz proporciona carbohidratos complejos que dan energía sostenida, mientras que el pollo es una fuente magra de proteínas. Además, está cargada de vitaminas y minerales gracias a ingredientes como los pimientos, tomates y cebolla, que aportan antioxidantes y fibra. El aceite de oliva y el vinagre de manzana añaden ácidos grasos saludables y ayudan en la digestión. Esta combinación no solo es deliciosa, sino que también contribuye a una alimentación saludable, equilibrada y nutritiva.

Ingredientes para 4 personas

• 200g de arroz
• 1 pechuga de pollo
• aceite de girasol
• 100g de tomates cherry
• ½ pimiento rojo
• ½ pimiento verde
• ½ cebolla
• 4 cdas de aceite de oliva
• 1 cda de vinagre de manzana
• Sal (al gusto)
• Pimienta negra (al gusto)

Cómo hacer ensalada de arroz con pollo

1. Calienta a fuego medio aceite vegetal de girasol en una sartén.
2. Añade una taza de arroz basmati y sofríe un par de minutos hasta que el arroz se dore.
3. Añade dos tazas de agua, un poco de sal y una cucharada de ajo seco granulado.
4. Remueve la mezcla, tapa y cocina a fuego lento durante diez minutos.
5. Salpimenta la pechuga de pollo al gusto.
6. En una sartén con un poco de aceite a fuego medio, cocina la pechuga de pollo hasta dorarla. Córtala en trozos de bocado y resérvala.
7. Pica la cebolla y los pimientos en trozos pequeños. Corta los tomates por la mitad.
8. En una ensaladera o bol amplio, coloca el arroz, las verduras cortadas y el pollo.
   Añade el aceite de oliva, el vinagre de manzana y sal al gusto, y mezcla bien para integrar todos los ingredientes.
9. Deja enfriar la ensalada en la nevera antes de servir.

Consejos para hacer la ensalada de arroz y pollo perfecta

• Asegúrate de cocinar el arroz correctamente para que quede al dente y no se pase de cocción. Déjalo enfriar por completo antes de montar la ensalada
• Cocina el pollo a la perfección para evitar que quede seco. Puedes usar pechugas de pollo o muslos deshuesados y sin piel.
• Corta los vegetales en trozos uniformes y del tamaño adecuado para que se mezclen bien con el arroz.
• Prepara un aderezo equilibrado con aceite de oliva, vinagre o limón, sal y pimienta. Puedes añadir hierbas frescas como cilantro o perejil.
• Deja enfriar la ensalada en la nevera durante al menos una hora antes de servir para que los sabores se mezclen.
• Experimenta con diferentes ingredientes como frutas (como la manzana mencionada), frutos secos o semillas para agregar textura y sabor.
• Sirve la ensalada de manera atractiva en un plato o ensaladera, y decórala con hojas de lechuga fresca o hierbas adicionales antes de servir.

Cómo servir y disfrutar la ensalada de arroz con pollo

• Presentación o emplatado: Lo mejor es presentarla en una fuente amplia o ensaladera de vidrio, donde los colores de las verduras y el pollo destaquen. Puedes darle un toque más vistoso con unas hojas de lechuga fresca o espolvoreando perejil picado por encima antes de llevarla a la mesa.
• Guarnición: Esta receta combina de maravilla con verduras frescas o cocidas al vapor. Si lo prefieres, puedes añadir maíz dulce o aguacate troceado para aportar cremosidad y un sabor más tropical.
• Acompañamiento: Ideal como plato principal o como guarnición en comidas familiares o barbacoas. Si quieres equilibrar el menú, acompáñala con una crema fría o una sopa ligera. Unas tostadas integrales o pan de semillas complementan perfectamente su textura.
• Maridaje: Para acompañar este plato, un vino blanco joven (como un Verdejo o Sauvignon Blanc) resalta las notas frescas de las verduras y el aceite de oliva. Si prefieres algo sin alcohol, un agua con gas y unas gotas de limón o un té frío casero serán opciones perfectas para potenciar el sabor.

Preguntas frecuentes sobre esta receta saludable

• ¿Puedo preparar la ensalada con antelación?
  Sí, puedes dejarla lista con varias horas de antelación. Guárdala en la nevera en un recipiente hermético y añade el aliño justo antes de servir para mantener los ingredientes frescos y el arroz con buena textura.
• ¿Qué tipo de arroz es mejor para esta receta?
  Los granos largos como el basmati o el jazmín son los más recomendables, ya que no se apelmazan y conservan su punto tras enfriarse. También puedes usar arroz integral si buscas una versión más rica en fibra.
• ¿Cómo puedo darle más sabor sin añadir muchas calorías?
  Incorpora hierbas frescas como albahaca, menta o cilantro, y un toque de ralladura de limón o lima. También puedes añadir un poco de mostaza Dijon o yogur natural al aliño para hacerlo más cremoso sin exceso de grasa.
• ¿Puedo sustituir el pollo por otro ingrediente?
  Claro, es una receta muy versátil. Puedes usar atún, pavo o incluso garbanzos cocidos si prefieres una versión vegetariana. Todas las variantes conservan su equilibrio nutricional y su sabor delicioso.
• ¿Cuánto tiempo se conserva en la nevera?
  Se mantiene perfectamente entre 2 y 3 días si está bien refrigerada. Solo asegúrate de guardarla en un envase cerrado y removerla ligeramente antes de servirla para que recupere su frescura.