
La verdad es que desde que empezamos en el blog con esto de los trucos de cocina le estoy cogiendo el gustillo. No solo porque a vosotros también os gustan sino porque al documentarme sobre algunas de estas técnicas estoy aprendiendo un montón de cosas que no sabía sobre alimentos y cuestiones gastronómicas en general.
Hoy el consejo es de cosecha propia. Porque pensando en cosas que a mi me gusta poco hacer en la cocina o me cuestan trabajo y son cosas cotidianas de cada día. A mi personalmente una de las cosas que más me molesta es limpiar y picar ajos. Por eso he pensado que quizás algunos de vosotros seáis tan perezosos como yo. Por eso vamos a ver como podemos con un sencillo truco tener ajos listos para usar una larga temporada y en un momento.
Hay muchas maneras de pelar y picar ajos. Aunque a mi la que me resulta más cómoda es darles un golpe con la parte plana del cuchillo. Así además de que la piel sale sola el ajo queda aplastado con lo cual con picar el ajo después es suficiente. Hace no mucho alguien me enseñó otro truco. Meterlos en un bol y pones otro bol encima del mismo tamaño. Luego agitas los ajos dentro de estos durante más o menos un minuto y salen los ajos sin piel. Pero bueno esto es una cuestión personal y para gustos los colores.
Lo que yo os quería contar hoy es que entre los muchos trucos de cocina que podemos encontrar con ajos. Hay uno que personalmente me parece muy socorrido y que yo en casa uso mucho.
Trucos de cocina, ajos siempre listos para usar
Para este sencillo truco vamos a necesitar:
- La clásica cubitera de toda la vida
- 1 cabeza de ajos más o menos
- Aceite de oliva virgen extra
Ya veis que los materiales he ingredientes que vamos a usar son muy sencillos. Ahora solo tenemos que limpiar y picar los ajos. Una vez los tengamos listos en cada departamento de la cubitera pondremos la misma cantidad de ajo picado. Luego rellenamos con aceite de oliva virgen. Acordaos de no llenar demasiado la cubitera. Con que esté completa a unas 3/4 partes de aceite es suficiente.
Cuando tengamos la cubitera llena la llevamos al congelador para que se formen los cubitos. Ahora cada vez que necesitemos ajos para hacer un sofrito, unas albondigas de atún, tallarines con salsa de almendras, un gazpacho de la sierra de Cadiz, o cualquier otra receta que se os ocurra. Solo tenéis que sacar el cubito del congelador y usarlo en aquellas elaboraciones que necesitéis.
Si se va a usar el ajo en crudo simplemente sacamos un cubito y lo dejamos descongelar. Tanto si lo vamos a usar en un guiso o una elaboración en la que el ajo tenga que estar cocinado lo añadiremos a la sartén o la olla como tengamos costumbre de usar.
Ya veis que intento que los consejos o trucos de cocina que vamos subiendo sean sencillos, útiles y sobre todo muy cotidianos. Seguro que si usáis el ajo como ingrediente este truco os vendrá genial para ahorrar un poco de tiempo.