
Esta receta fácil de scones dulces proviene de Escocia y ha conquistado no solo al Reino Unido, sino también a países como Irlanda, Canadá, Australia y Estados Unidos. Perfectos para una merienda o desayuno al estilo inglés, estos panecillos son infaltables en un buen brunch.
En sus orígenes, eran grandes y redondos, conocidos como bannocks. Con el tiempo, evolucionaron en tamaño y forma, y ahora es común encontrarlos en versiones redondas, triangulares o cuadradas. En algunas regiones del Reino Unido, los scones se sirven en el Día de San Jorge, patrón de Inglaterra, cada 23 de abril. Existen también muchas variaciones, desde scones rellenos de arándanos o dátiles hasta scones de queso, patata o fritos en lugar de horneados. En Escocia, a los scones salados de patata se les llama tattie scones, mientras que los de soda se conocen como soda farls. La versión clásica, que encontrarás en la mayoría de las panaderías del Reino Unido, es la que comparto aquí.
Ideales para cualquier momento del día, estos pequeños panes sin amasado ofrecen una textura suave y esponjosa que los hace irresistibles. Variantes como los dulces Crandon, típicos de Argentina con nueces o pasas, o los elaborados con aceite en lugar de mantequilla, son excelentes opciones para quienes prefieren una alternativa sin crema de leche ni manteca. Con esta receta, tienes un scone casero sin levado, listo para adaptarse a cualquier gusto y ocasión, perfecto para disfrutar con familia y amigos. Además, puedes utilizar harina leudante Royal para obtener unos scones dulces aún más esponjosos y fáciles de preparar.
Los ingredientes son sencillos y probablemente ya los tengas en casa. Solo necesitas harina de trigo, levadura química (o polvo de hornear), mantequilla y suero de leche. Este último es un poco menos común, pero puedes hacer tu propio buttermilk en casa en solo cinco minutos con leche y limón. Si tienes alguna duda, puedes consultar este artículo para aprender cómo hacer suero de leche o buttermilk
Tradicionalmente, se sirven con lemon curd o mermelada casera, pero los rellenos salados son igual de deliciosos. Con unos scones caseros, cualquier desayuno o merienda será inolvidable.
Ingredientes para 15 panecillos
- 360g de harina de repostería (2 ¾ tazas)
- 10g de levadura química (2 ctas)
- 16g de azúcar (3 ctas)
- 8g de sal fina (1 ½ ctas)
- 115 g de mantequilla (½ taza)
- 1 taza de buttermilk
- 1 huevo (para barnizar)
Cómo hacer scones caseros
- Haz el suero de leche casero: Si no tienes buttermilk, puedes prepararlo tú misma mezclando una taza de leche con una cucharada de zumo de limón o vinagre blanco. Deja reposar la mezcla durante unos 5 minutos hasta que se vuelva ligeramente espesa y con textura similar a la del suero de leche.
- Mezcla los ingredientes secos: En un bol grande, añade la harina, la levadura, el azúcar y la sal. Con unas varillas, mezcla bien todos los ingredientes para que se distribuyan de manera uniforme.
- Incorpora la mantequilla fría: Agrega la mantequilla bien fría, cortada en cubos pequeños, y utiliza las yemas de tus dedos para integrarla con la mezcla de harina. Frota suavemente los cubitos de mantequilla con la harina hasta conseguir una textura parecida a la de arena húmeda, con pequeños trozos de mantequilla aún visibles. Esta técnica ayudará a que queden esponjosos y con una textura suave.
- Añade el buttermilk: Vierte el buttermilk en la mezcla e intégralo solo hasta que todos los ingredientes estén ligeramente humedecidos. No trabajes en exceso la masa para evitar que se endurezca.
- Forma y pliega la masa: Coloca la masa sobre una superficie ligeramente enharinada y, con la ayuda de un rodillo, extiéndela en forma de rectángulo. Lleva los bordes de la masa hacia el centro, creando un pliegue, y vuelve a extender con el rodillo. Repite este proceso de pliegues al menos cuatro veces. Este paso es clave para obtener una textura ligeramente hojaldrada.
- Corte de los scones: Con un cortador enharinado, corta la masa ya extendida en la forma deseada (redonda, cuadrada o triangular). Agrupa y estira los restos de masa para cortar hasta que termines con toda ella.
- Barnizado y horneado: Barniza con huevo: Bate el huevo en un cuenco y, con una brocha de cocina, pinta la superficie de cada scone para darles un toque dorado y brillante en el horneado.
- Hornea: Precalienta el horno a 200 °C (392 °F) y hornéalos entre 10 y 15 minutos, o hasta que veas que están ligeramente dorados en la superficie.
- Enfría y sirve: Retíralos del horno y colócalos sobre una rejilla para que se enfríen ligeramente antes de servirlos.
Consejos para hacer la receta fácil de scones dulces
- Ingredientes fríos: Asegúrate de que la mantequilla y el suero de leche estén bien fríos. Esto ayudará a que la masa sea más ligera y se desmorone mejor.
- No sobreamasar: Es importante mezclar los ingredientes solo hasta que estén combinados. Evita amasar demasiado la masa, ya que esto puede desarrollar el gluten y hacer que se vuelvan más densos.
- Trabaja rápido: Intenta manejar la masa lo más rápido posible para evitar que la mantequilla se derrita con el calor de tus manos. Esto ayudará a mantener la textura hojaldrada y liviana.
- Usa un cortador afilado: Al cortar la masa, utiliza un cortador afilado y sin torcerlo para obtener bordes limpios y un mejor crecimiento en el horno.
- Horneado adecuado: Asegúrate de precalentar bien el horno y colocar los scones en una bandeja forrada con papel de horno. Hornea a la temperatura indicada y vigílalos para evitar que se quemen. Deben estar ligeramente dorados en la parte superior.
- Dejar enfriar adecuadamente: Una vez horneados, retira los scones del horno y déjalos enfriar sobre una rejilla. Esto ayudará a que conserven su textura y evita que se humedezcan en el fondo.
Recuerda que la práctica y la experiencia te ayudarán a perfeccionar tu técnica, así que ¡no dudes en seguir experimentando y ajustando la receta según tus preferencias!
Ideas para rellenar scones dulces y salados
Aunque los hemos acompañado con una deliciosa mermelada de higos casera y queso crema. Te propoemos algunas ideas para rellenarlos. Pero siéntete libre de experimentar y personalizarlos con cualquier relleno que te apetezca, ¡las posibilidades son infinitas!
Rellenos dulces
- Mermelada de fresa o frambuesa.
- Mermelada de naranja casera.
- Crema de avellanas y cacao.
- Queso crema con trozos de frutas como arándanos o melocotón.
- Mantequilla de maní o cacahuete con trocitos de chocolate.
- Crema de caramelo o dulce de leche.
Rellenos salados
- Queso cheddar rallado con trozos de tocino crujiente.
- Jamón y queso suave, como el queso suizo.
- Espinacas salteadas con queso feta desmenuzado.
- Tomate seco en aceite y queso de cabra.
- Aceitunas negras picadas con hierbas frescas, como el romero o tomillo.
Recuerda que estas son solo algunas opciones, ¡las posibilidades son infinitas! Puedes experimentar con diferentes ingredientes y combinaciones según tus gustos y preferencias. ¡Disfruta de tus scones rellenos!
¡Y listo! Ya puedes disfrutar de unos deliciosos panecillos caseros al más puro estilo inglés.