
¿Buscas la receta de salsa cheddar casera perfecta? Aprende a prepararla cremosa, sin grumos, sabrosa y sin conservantes. Ideal para nachos, patatas y hamburguesas (perfecta como dip de queso, estilo cine/estadio). ¡Lista en minutos!
Entonces sigue esta receta paso a paso y consigue una salsa de queso cheddar perfecta para nachos, hamburguesas o papas fritas (salsa de queso para nachos casera). Esta receta es muy fácil, rápida (en 10 minutos) y puedes adaptarla según el tipo de queso que tengas en casa, siempre que este funda bien.
La salsa de cheddar ha ganado popularidad por su sabor intenso y su textura irresistible. Restaurantes como McDonald’s o Burger King tienen sus propias versiones de esta salsa secreta tipo fast food. También puedes encontrarla fácilmente en supermercados como Mercadona, Carrefour o Lidl, y marcas como Ybarra tienen su propia salsa de queso tipo cheddar lista para usar. Sin embargo, nada supera una salsa casera de queso, elaborada con ingredientes naturales y sin aditivos.
Este tipo de salsa tiene su origen en la cocina tex-mex y se ha vuelto imprescindible en platos para compartir, cenas informales o como toque especial para unas patatas fritas caseras. Además, preparar tu propia salsa de queso cheddar te permite controlar la cantidad de sal, elegir ingredientes de calidad y disfrutar de un sabor auténtico.
Puedes hacer esta salsa con Thermomix (TM5/TM6) o sin ella, y si te gusta experimentar, prueba también con otros quesos. Si buscas una salsa cheddar con nata, puedes seguir nuestra receta de salsa de queso azul y sustituir el queso por cheddar. Te quedará igual de cremosa y con un sabor delicioso.
Ingredientes
- 200g de queso Cheddar
- 25g de mantequilla (1cda y 3/4)
- 25g de harina (1 cda colmada o maicena, opción sin gluten)
- 200 ml de leche (1 taza, puede ser sin lactosa)
- 1cda de pimentón dulce (paprika)
- Sal (al gusto)
Cómo hacer salsa cheddar paso a paso
- Pon la mantequilla en un cazo a fuego lento. Cuando esté casi fundida, añade la harina y cocina durante 2 minutos, removiendo de vez en cuando para evitar que se queme el roux. Incorpora la leche poco a poco, sin dejar de remover, emulsionando, y cocina a fuego bajo hasta que la mezcla espese.
- Mientras la bechamel espesa, corta el queso en dados pequeños para que se integre mejor en la salsa.
- Cuando la bechamel haya espesado, agrega el pimentón y una pizca de sal. Remueve bien hasta integrarlo por completo. Luego incorpora el queso Cheddar y sigue removiendo hasta que se funda completamente, sin que hierva, obteniendo así una salsa cremosa y llena de sabor.
Consejos para hacerla perfecta
- Si el fuego está demasiado alto, la grasa del queso puede separarse y hacer que la salsa quede grumosa o se corte.
- Si la salsa se vuelve grumosa o se separa, puedes intentar suavizarla añadiendo un poco más de leche caliente y removiendo enérgicamente hasta ligar de nuevo.
- ¿Te gusta con un poco de picante? Agrega una pizca de cayena o unas gotas de salsa picante. También puedes incorporar ajo en polvo o cebolla en polvo para más sabor.
- Esta salsa esta mejor recién hecha. Si necesitas recalentarla, hazlo a fuego bajo y añade un poco de leche para recuperar su textura cremosa.
Cómo servir y disfrutar la salsa cheddar
- Presentación o emplatado: Sirve la salsa caliente en un cuenco pequeño o sobre el plato principal. Añade cebollino picado si quieres un toque fresco.
- Guarnición: Combina bien con jalapeños en rodajas, cebolla crujiente o bacon troceado.
- Acompañamiento: Ideal con nachos, hamburguesas caseras, hot dogs, carnes a la brasa o a la plancha sobre un buen filete o unas papas fritas.
- Maridaje: Acompaña con cerveza rubia fría o refrescos tipo cola para un contraste perfecto.
Cómo conservarla: duración y trucos
Una de las ventajas de esta receta de salsa casera es que no queda dura al enfriarse. Al guardarla en la nevera, simplemente se espesa un poco, pero puedes usarla tal cual o recalentarla si prefieres una textura más fluida.
- En el refrigerador: Guarda la salsa en un recipiente hermético y consúmela en un plazo de 3 a 5 días.
- Recalentado adecuado: Caliéntala a fuego muy bajo o en el microondas en intervalos cortos, removiendo bien. Si ves que está demasiado espesa, añade un chorrito de leche hasta recuperar la textura original.
Preguntas frecuentes sobre esta receta
- ¿Puedo usar otro tipo de queso en lugar de cheddar?
Sí, puedes sustituir el queso por otro que funda bien, como gouda, emmental o Monterey Jack, aunque cambiará el sabor. - ¿Cómo consigo una textura más líquida o más espesa?
Ajusta la cantidad de leche: añade más si quieres una salsa más líquida, o deja reducir unos minutos más para espesar. - ¿Se puede congelar?
No lo recomiendo, ya que la textura puede alterarse. Mejor guárdala en la nevera, en un recipiente de cierre hermético y consúmela en 3-4 días. - ¿Se puede consumir fría?
Sí, aunque queda más espesa, la salsa sigue siendo deliciosa fría para untar o acompañar patatas, sandwiches o snacks. - ¿Y si la haces con antelación?
Mejor guárdala en frío y recaliéntala con cuidado cuando la vayas a servir, evitando que hierva para que no se corte.