
La salsa bechamel básica es una de las preparaciones más versátiles y apreciadas en la cocina. Su textura cremosa y su sabor suave la convierten en el complemento ideal para una gran variedad de platos, desde croquetas y lasañas hasta gratinados y pasteles salados. Aunque su elaboración pueda parecer complicada, con los trucos adecuados puedes conseguir un resultado perfecto, sin grumos y con la consistencia ideal para cada receta.
Esta salsa, conocida también como besamel o salsa blanca, ha trascendido fronteras y se ha convertido en un básico de la gastronomía internacional. Su origen se atribuye a la cocina francesa, pero también ha dejado huella en la italiana y en la española, donde es indispensable en platos como las croquetas caseras. Su elaboración se basa en tres ingredientes clave: mantequilla, harina y leche, que combinados adecuadamente logran una textura sedosa y homogénea.
Además de su sabor característico, es una excelente base para otras salsas como la Mornay (con queso) o la Soubise (con cebolla pochada). Su capacidad de adaptación permite ajustarla según las necesidades de cada plato: más espesa para croquetas, más ligera para gratinados o con especias y hierbas para aportar matices de sabor únicos. Es una receta fundamental que todo amante de la cocina debería dominar.
Si alguna vez te ha salido con grumos o demasiado espesa, no te preocupes. A continuación, descubrirás todos los secretos para preparar una auténtica bechamel casera, fácil y sin fallos. Sigue los pasos detallados y disfruta de una salsa perfecta para elevar el sabor de tus platos favoritos.
Historia y Origen de la Salsa Bechamel
Es una salsa espesa de origen francés. Se cree que su creación se atribuye a Louis de Béchameil, un mayordomo de la corte de Luis XIV. Sin embargo, hay indicios de que ya existía una versión similar en la cocina italiana antes de popularizarse en Francia. Actualmente, es un pilar fundamental en recetas italianas como la lasaña y los canelones, así como en muchas preparaciones gratinadas.
Ingredientes para la Salsa Bechamel
- 50g de mantequilla (3 cdas)
- 50g de harina de trigo (3 cdas)
- 500ml de leche (2 tazas)
- Sal (al gusto)
- 1 cdta de nuez moscada
- 1 cdta de pimienta molida
Cómo Hacer Salsa Bechamel Básica paso a paso
- Derrite la mantequilla en un cazo a fuego lento para evitar que se queme. Este paso es crucial para lograr una base uniforme.
- Incorpora la harina y remueve constantemente durante 3-4 minutos. Debe adquirir un tono ligeramente dorado y desprender un aroma a nuez, lo que indica que se ha cocinado bien y ha perdido el sabor a crudo.
- Agrega la leche caliente poco a poco, sin dejar de remover con unas varillas de cocina. Esto ayuda a evitar la formación de grumos y favorece una textura suave y homogénea. Es importante no agregar toda la leche de golpe, sino en tandas, integrándola bien antes de añadir más.
- Añade la sal, la nuez moscada y la pimienta. Estas especias potencian el sabor de la bechamel, dándole un toque aromático y ligeramente picante. Ajusta la cantidad al gusto.
- Sigue removiendo sin parar hasta obtener la consistencia deseada. Dependiendo del uso que le quieras dar, puedes hacerla más espesa (para croquetas) o más fluida (para lasañas y gratinados). Si queda demasiado densa, añade un poco más de leche caliente y mezcla bien.
- Rectifica la sazón y usa inmediatamente o guarda para futuras preparaciones. Si no la vas a utilizar de inmediato, cúbrela con papel film en contacto directo con la superficie para evitar que se forme una costra.
Consejos para una Bechamel Perfecta
- Usa leche caliente para evitar grumos y facilitar la integración con la harina y la mantequilla.
- Remueve constantemente con varillas de cocina para conseguir una textura sedosa y homogénea.
- Cocina bien la harina antes de añadir la leche para eliminar su sabor crudo y potenciar el aroma de la bechamel.
- Sigue la proporción clásica de mantequilla, harina y leche: una parte de mantequilla, una parte de harina y diez partes de leche. Por ejemplo, para 50 g de mantequilla y 50 g de harina, usa 500 ml de leche.
- Si se forman grumos, puedes pasar la salsa por un colador o batirla con una batidora de mano hasta que quede suave.
- Para una bechamel más ligera, reduce la cantidad de mantequilla y usa leche desnatada o una bebida vegetal sin azúcar.
Variantes de la Salsa Bechamel
Existen muchas variaciones de esta receta básica:
- Salsa Mornay: Con queso rallado.
- Salsa Soubise: Con cebolla pochada.
- Salsa Velouté: Se sustituye la leche por caldo de pollo o pescado.
- Salsa Madera: Enriquecida con vino de Madeira.
En que recetas se usa la Salsa Bechamel Básica
Aquí tienes una lista de algunas recetas en las que se usa la salsa básica:
- Lasaña: Capas de pasta intercaladas con carne, verduras o espinacas, cubiertas con esta salsa y gratinadas con queso.
- Canelones: Rellenos de carne, pescado o verduras, bañados en la mezcla cremosa y horneados.
- Croquetas: La base espesa de croquetas de jamón, pollo, bacalao o setas.
- Gratinados: Verduras como coliflor, brócoli o berenjena al horno con queso rallado.
- Huevos gratinados: Huevos duros cubiertos con la salsa y gratinados.
- Pasteles salados: Como el pastel de carne o de patata con esta preparación como capa superior.
- Pechugas de pollo o pescado al horno: Con una cobertura cremosa y gratinadas con queso.
- Moussaka: Plato griego con capas de berenjena, carne y salsa blanca.
- Volovanes rellenos: Pequeños hojaldres rellenos con crema de setas, marisco o pollo.
- Sándwich Croque Monsieur: Pan de molde relleno de jamón y queso, cubierto con la mezcla cremosa y gratinado.
Preguntas Frecuentes sobre la Bechamel
¿Cuál es la proporción perfecta para una bechamel?
La proporción clásica es de una parte de mantequilla, una parte de harina y diez partes de leche. Esto garantiza una textura equilibrada y fácil de manejar.
¿Por qué me salen grumos?
Los grumos aparecen cuando la leche se añade demasiado rápido o está fría. Para evitarlos, usa leche caliente y agrégala poco a poco mientras remueves enérgicamente con unas varillas.
¿Cómo hacerla sin gluten?
Puedes sustituir la harina de trigo por maicena o harina de arroz. Asegúrate de disolver bien la maicena en un poco de leche fría antes de incorporarla a la mezcla caliente. Te explicamos como hacerlo paso a paso en en nuestra receta de bechamel sin gluten.
¿Cuánto tiempo se conserva?
Se mantiene en la nevera hasta 3 días en un recipiente hermético. Si se espesa demasiado, añade un poco de leche caliente al recalentarla y remueve bien.
¿Cómo hacerla sin leche?
Sustituye la leche por bebidas vegetales sin azúcar, como la de almendras o soja. También puedes usar caldo de verduras o de pollo para una versión más ligera y sabrosa.
¡Ahora es tu turno! Prepara esta salsa besamel en casa y cuéntame en los comentarios cómo te ha salido. Si te ha gustado esta receta, compártela en tus redes sociales para que más gente disfrute de una bechamel perfecta.