El pollo con tomate es una de esas recetas que nunca pasa de moda. Una receta casera que ha estado presente en muchos hogares durante generaciones, perfecta para quienes buscan una cena rápida, sencilla y sabrosa. Su popularidad se debe a lo fácil que resulta prepararla y a lo bien que queda el pollo, siempre tierno y jugoso, bañado en una salsa de tomate especiada que es una delicia.
Esta elaboración está especialmente recomendada para el día a día, tanto si buscas una comida completa y económica como si necesitas una receta para niños que guste a toda la familia. Puedes prepararla en menos de 30 minutos y con ingredientes que seguro ya tienes en casa, lo que la convierte en una receta fácil y rápida ideal para improvisar cuando no sabes qué cocinar.
El origen del pollo con salsa de tomate no está del todo claro, aunque forma parte de la tradición culinaria de muchas regiones de España. Con influencias de la cocina mediterránea, es posible que esta receta naciera de la necesidad de aprovechar ingredientes sencillos como el tomate y las piezas más humildes del pollo. Hoy, se ha adaptado a muchas versiones, desde el «pollo con tomate frito de bote» hasta variantes más elaboradas como el pollo con tomate y pimientos, otras que incluyen tomates Cherry o versiones elaboradas en Thermomix, olla GM u olla express.
Ingredientes para 2 personas
- 300g de pechuga de pollo en filetes (1 unidad grande)
- 400g de tomate triturado (1 ½ tazas)
- 100g de cebolla picada ( ½ taza)
- 2 cda de aceite de oliva suave
- 1 diente de ajo (1 unidad)
- ½ cda de orégano seco
- Sal al gusto
- ½ cda de azúcar
- Pimienta al gusto
- 100g de mozzarella rallada (1 taza)
Cómo hacer pollo con tomate
- Calienta dos cucharadas de aceite de oliva en una sartén amplia a fuego alto.
- Dora los filetes de pechuga de pollo por ambos lados hasta que tomen un bonito color. Retira y reserva.
- Reduce el fuego a medio. Añade un poco más de aceite y sofríe el ajo picado. En cuanto empiece a dorarse, incorpora la cebolla. Sala ligeramente para que suelte agua y se cocine más rápido. Remueve de vez en cuando durante unos 10 minutos.
- Vierte el tomate triturado, agrega el orégano, la pimienta, la sal y el azúcar. Remueve bien y cocina durante 10 minutos.
- Devuelve el pollo a la sartén y deja que se impregne bien con la salsa, cocinando todo junto unos 5 minutos más.
- Sirve caliente, cubre con mozzarella y espolvorea un poco más de orégano seco por encima.
Consejos para hacer pollo con tomate perfecto
- Usa tomate natural triturado o tomate frito de bote según tu tiempo y preferencias.
- Si prefieres cocinar en olla GM, Thermomix u olla express, adapta los tiempos y temperatura.
- Marina el pollo unos minutos con sal, pimienta y ajo antes de cocinarlo para potenciar su sabor.
- Utiliza mozzarella fresca o queso rallado que gratine bien.
Cómo servir y disfrutar el pollo con tomate
- Presentación o emplatado: Sirve las pechugas bañadas en la salsa de tomate, con un poco de mozzarella derretida por encima.
- Guarnición: Puedes añadir arroz blanco, patatas asadas, puré de patatas o pan rústico para aprovechar la salsa.
- Acompañamiento: Una ensalada fresca con lechuga, tomate y cebolla combina muy bien.
- Maridaje: Vino tinto joven, una cerveza suave o incluso una limonada casera.
Preguntas frecuentes sobre esta receta de pollo con tomate
A continuación te respondo algunas de las dudas más comunes sobre esta receta:
¿Puedo usar muslos en lugar de pechuga?
- Sí, puedes usar muslos deshuesados o incluso alitas. Solo ajusta el tiempo de cocción.
¿Es posible preparar esta receta con antelación?
- Sí, incluso mejora de un día para otro. Solo guarda en un recipiente hermético en la nevera.
¿Se puede congelar el pollo con tomate?
- Perfectamente. Solo espera a que enfríe por completo antes de guardarlo en un recipiente apto para congelación.
¿Qué tipo de tomate es mejor usar?
- Puedes usar tomate triturado en conserva, tomate natural pelado o tomate frito según el resultado que busques.
¿Puedo hacer esta receta sin queso?
- Por supuesto. El queso es opcional, puedes omitirlo o sustituirlo por otro tipo que te guste.
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