
¿Te gustaría aprender cómo hacer una tortilla de espinacas fácil, sabrosa y saludable? Hoy te traemos una receta de tortilla casera de espinacas, perfecta para preparar con espinacas frescas o congeladas, ideal para una cena rápida y nutritiva. Este clásico plato español se puede disfrutar tanto como cena ligera o en reuniones familiares, gracias a su sabor delicioso y propiedades saludables. Además, te enseñaremos cómo ajustar el punto de cocción de la tortilla, para que quede a tu gusto: ya sea más cuajada o jugosa. ¡No te pierdas esta receta fácil y deliciosa!
El punto de cocción de las tortillas es tan personal como el de las carnes. Algunos prefieren una tortilla bien cuajada, mientras que otros disfrutan de un interior más jugoso e incluso hay quienes la prefieren con el huevo ligeramente líquido. Los tiempos de cocción que te indicamos en la receta son para una tortilla cuajada pero jugosa. Si la prefieres menos cuajada, cocínala vuelta y vuelta a fuego vivo. Por otro lado, si te gusta más cuajada, añade dos minutos más por cada lado.
La tortilla con espinacas es una excelente manera de incluir verduras en el menú semanal, especialmente cuando los pequeños no son muy fanáticos de las verduras. Esta receta saludable es ideal para disfrutar de una cena rica en nutrientes y sabor. Las espinacas, originarias de Persia y popularizadas en Europa por los árabes, combinadas con huevos, forman un plato nutritivo que ha ganado aún más popularidad gracias a personajes icónicos como Popeye.
Es rica en proteínas y hierro, gracias a los huevos y las espinacas. Además, las espinacas aportan fibra y vitaminas A y C, haciendo de este plato una opción equilibrada y beneficiosa para la salud. ¡Disfruta de este manjar saludable y delicioso!
Ingredientes para 2 personas
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- 200g de espinacas frescas
- 4 huevos talla M
- 50ml de leche entera
- sal y pimienta(al gusto)
- aceite de oliva
Cómo hacer tortilla de espinacas
- Lava las espinacas frescas bajo el grifo. Si usas espinacas congeladas, asegúrate de descongelarlas y escurrir el exceso de agua. Si prefieres, corta las espinacas en trozos más pequeños.
- Pica los ajos finamente y corta la cebolla en pluma.
- En un bol, bate los huevos junto con la leche, sal y pimienta al gusto, hasta que la mezcla esté bien integrada.
- En una sartén antiadherente, calienta 3 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio. Añade los ajos y dóralos ligeramente. Luego, agrega la cebolla y cocina hasta que esté dorada. Sube el fuego y añade las espinacas, cocinándolas por 3 o 4 minutos mientras remueves.
- Baja el fuego a medio y vierte la mezcla de huevos sobre las espinacas. Cocina durante 3 minutos hasta que el primer lado esté cuajado, luego da la vuelta a la tortilla y cocina por otros 3 minutos.
Consejos para una tortilla de espinacas jugosa y sabrosa
- Espinacas frescas o congeladas: Ambas funcionan bien en esta receta, pero asegúrate de escurrir bien las espinacas si son congeladas para evitar que la tortilla quede aguada.
- El punto perfecto: Ajusta el tiempo de cocción según tu preferencia. Para una tortilla más jugosa, reduce el tiempo de cocción y cocínala a fuego vivo.
- Sartén adecuada: Utiliza una sartén antiadherente de buen tamaño para evitar que la tortilla se pegue.
- Cebolla caramelizada: Si tienes tiempo y quieres darle un toque mas especial, carameliza la cebolla a fuego lento para darle un sabor dulce y profundo a la tortilla.
Cómo servir y disfrutar la tortilla de espinacas
Esta receta es perfecta para cenar, ya que es ligera pero saciante. Puedes acompañarla con una ensalada fresca o unas patatas asadas para un plato más completo. También es deliciosa servida en bocadillo, ideal para llevar al trabajo o para un picnic. Si buscas un maridaje, un vino blanco fresco o una cerveza ligera serían opciones ideales.
Variantes de la receta
- Tortilla de espinacas y queso: Añade queso rallado a la mezcla de huevo para una versión más cremosa.
- Tortilla de espárragos y espinacas: Incorpora espárragos frescos o en conserva para una tortilla más verde y nutritiva.
- Versión ligera: Si quieres hacer una tortilla más saludable, sustituye la leche por leche desnatada o de avena y saltea las verduras con solo una cucharadita de aceite.
- Tortilla rápida: Si no tienes tiempo, puedes usar espinacas congeladas y tomate frito de bote para una versión rápida y fácil.
Preguntas Frecuentes Sobre esta Receta de Tortilla
¿Puedo usar espinacas congeladas en la receta?
Sí, solo asegúrate de descongelarlas y escurrir bien el exceso de agua antes de añadirlas a la sartén, para evitar que el plato se quede aguado.
¿Cómo consigo que el plato quede jugoso?
Si prefieres una textura jugosa, reduce ligeramente el tiempo de cocción y cocina a fuego vivo. No dejes que se cocine demasiado por cada lado para mantenerlo más húmedo en el interior.
¿Puedo añadir otros ingredientes al plato?
¡Claro! Puedes añadir ingredientes como queso rallado, espárragos, jamón o incluso tomate. Para una versión más ligera, puedes prescindir de la leche o usar alternativas vegetales como la leche de avena.
¿Cómo puedo saber si está listo?
El truco está en el punto de cocción. Si prefieres una textura más cuajada, deja que se cocine durante más tiempo. Para un centro jugoso, revisa que el huevo esté casi cuajado pero no del todo. ¡El tiempo de cocción dependerá de tu gusto personal!
¿Cuánto tiempo se puede conservar?
Este plato puede guardarse en el refrigerador durante 2-3 días en un recipiente hermético. Puedes calentarlo en una sartén o en el microondas antes de servir.
¿Se puede hacer sin cebolla?
Sí, puedes omitir la cebolla si prefieres una versión más sencilla. Las espinacas por sí solas ya aportan mucho sabor, pero la cebolla añade un toque dulce y caramelizado que complementa muy bien.
¿Cómo puedo hacer la receta sin gluten?
La receta original no contiene gluten, por lo que es naturalmente apta para celíacos. Solo asegúrate de que los ingredientes, como la leche, no contengan trazas de gluten.
¿Es esta receta apta para veganos?
Para hacer una versión vegana, puedes sustituir los huevos por una mezcla de harina de garbanzo con agua o tofu, que aportan la textura y consistencia necesarias.
Sin duda, este plato es una opción perfecta para disfrutar de una comida saludable y nutritiva que combina lo mejor de las verduras con proteínas de alta calidad. Es ideal para incluir en tu menú semanal, ya sea como plato principal o acompañado de una ensalada fresca. Además, su versatilidad te permite adaptarlo según tus preferencias, añadiendo ingredientes como queso, especias o incluso sustituciones más ligeras. Ya sea que busques una receta rápida, sabrosa y equilibrada, o una manera fácil de incorporar más vegetales a tu dieta, este plato es siempre una opción ganadora. ¡Atrévete a prepararlo y disfrutar de sus beneficios para tu salud y bienestar!