
Las torrijas de leche y canela son un postre arraigado en la rica tradición culinaria de la Semana Santa en España y America Latina. Esta delicia sencilla pero deliciosa se remonta a siglos atrás, con un origen que se pierde en los anales de la historia. Confeccionadas con ingredientes básicos como pan duro, leche, huevos, azúcar y canela, que no solo satisfacen el paladar, sino que también ofrecen un vistazo a la herencia culinaria de tiempos pasados.
Durante la Semana Santa, estas tienen una presencia constante en panaderías, restaurantes y hogares, donde su aroma reconfortante y sabor reconfortante evocan recuerdos de celebraciones familiares y momentos compartidos. Pero su historia va más allá de ser simplemente un postre popular. En la Edad Media, estas delicias eran conocidas como el «pan de perdón», una ingeniosa manera de aprovechar el pan sobrante al transformarlo en un manjar dulce y reconfortante.
La receta original era simple pero resultona: rebanadas de pan remojadas en leche aromatizada con miel y especias, luego doradas en aceite de oliva para obtener esa textura crujiente por fuera y suave por dentro que las caracteriza. Hasta el año 1591, no se mencionó por primera vez la palabra «torrija», pero desde entonces ha sido un pilar de la cocina española y un símbolo de generosidad y tradición.
Acompañadas de historias de antaño y un sabor que perdura en el paladar, las torrijas de la abuela con leche y canela son mucho más que un simple postre; son un tributo a la creatividad culinaria de tiempos pasados y una delicia que sigue conquistando corazones en cada bocado.
Ingredientes para 12 unidades
- 1 barra de pan (del día anterior)
- 2 huevos talla L
- 1 rama de canela
- La piel de 1 limón
- 1 cucharadita de canela en polvo
- 100g Azúcar blanco
- 500ml de leche
- Aceite de girasol (para freír)
Cómo hacer torrijas de leche y huevo
- Lo primero que debes hacer es infusionar la leche con la piel de limón y la canela. Caliéntala en un cazo a fuego medio hasta que hierva y luego déjala templar a temperatura ambiente. Pasa la leche por un colador para retirar la piel de limón y la canela.
- A continuación, prepara los ingredientes para bañarlas. Bate los huevos y pon la leche templada en un plato o bol. Corta el pan en rebanadas de dos o tres centímetros.
- Continúa bañando el pan en la leche, sumérgelo hasta que quede bien mojado sin que llegue a empaparse para evitar que se rompa. Después, pásalo por huevo, procurando bañarlo bien en este.
- En una sartén con abundante aceite de girasol caliente, fríelas. Primero hazlas por un lado hasta que queden doradas, luego dales la vuelta y dóralas por ambas caras. Sácalas y colócalas sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
- En un plato, mezcla el azúcar blanco y la canela hasta integrar ambos ingredientes. Ahora solo tienes que pasarlas la mezcla y rebozarlas bien. ¡Y ya puedes degustar unas deliciosas torrijas caseras en 5 minutos!
Consejos para hacer torrijas tradicionales perfectas
- Selecciona el pan adecuado: Opta por un pan de calidad que esté un poco duro, idealmente del día anterior. El pan duro absorberá mejor la leche sin deshacerse.
- Infusión de leche: Infusiona la leche con ingredientes aromáticos como cáscara de limón, canela o vainilla para darles sabor extra.
- Temperatura de la leche: Asegúrate de templar la leche después de calentarla para que no esté demasiado caliente al remojar el pan, lo que podría hacer que se desintegre.
- Tiempo de remojo: Remoja las rebanadas de pan en la leche el tiempo suficiente para que se impregnen bien, pero evita que se empapen demasiado para que no se deshagan al freírlas.
- Drenaje del exceso de líquido: Una vez remojadas, deja que las rebanadas de pan escurran el exceso de leche antes de pasarlas por el huevo batido. Esto evitará que se vuelvan demasiado blandas.
- Fritura adecuada: Utiliza suficiente aceite caliente para freírlas, pero asegúrate de que no esté demasiado caliente para evitar que se quemen por fuera antes de que estén cocidas por dentro.
- Control del tiempo de cocción: Fríelas hasta que estén doradas por ambos lados, pero no las dejes demasiado tiempo para que no se sequen.
- Escurrido del exceso de aceite: Colócalas sobre papel absorbente o una rejilla para eliminar el exceso de aceite y mantenerlas crujientes por fuera.
- Rebozado: Pásalas por una mezcla de azúcar y canela mientras aún están calientes para que se adhiera bien y les dé un sabor extra.
- Deja reposar antes de servir: Una vez rebozadas, deja que reposen unos minutos antes de servirlas. Esto permitirá que se asiente el rebozado y se mezclen los sabores.
Para asegurarte sean aún más deliciosas, no te pierdas nuestros consejos especializados sobre cómo hacer torrijas tradicionales.
Variantes de la receta de torrijas de leche
- Torrijas al horno: Una opción más ligera y saludable, estas se hornean en lugar de freírse, lo que las hace menos calóricas pero igualmente deliciosas. Se pueden aromatizar con los mismos ingredientes que las tradicionales.
- Torrijas con miel: Esta variante añade un toque de dulzura extra al bañar las torrijas en una mezcla de leche y miel caliente, que les aporta un sabor único y una textura más suave.
- Receta de torrijas brioche: Utilizando brioche en lugar de pan tradicional, tienen una textura más esponjosa y un sabor más rico gracias a la mantequilla y los huevos adicionales presentes en el brioche. Son una opción más decadente y sofisticada.
- Torrijas de vino: Una variante menos común pero igualmente deliciosa, en la que las torrijas se remojan en vino (generalmente vino tinto o vino dulce) en lugar de leche, lo que les confiere un sabor único y un ligero toque ácido.
- Torrijas de leche condensada: Esta variante tradicionales sustituye parte o toda la leche de la receta original por leche condensada, lo que le añade un toque extra de dulzura y cremosidad.
Y aunque las torrijas de chocolate, torrijas de natillas y torrijas de manzana son menos tradicionales y ortodoxas, si te ha gustado esta receta, no te las puedes perder. Cada una de estas variantes ofrece un giro único y delicioso al clásico postre , que seguramente satisfará tu gusto por la innovación culinaria. Experimenta con estas opciones y descubre nuevas formas de disfrutar de este apreciado manjar.
Cómo servir y disfrutar esta receta de torrijas
- Calientes y recién hechas: Son más deliciosas cuando se sirven calientes y recién hechas. Colócalas en un plato y sírvelas mientras aún están tibias, para que se pueda apreciar su textura suave por dentro y crujiente por fuera.
- Acompañadas de helado: Servirlas acompañadas de una bola de helado, ya sea de vainilla, canela o cualquier otro sabor que prefieras es una de las combinaciones más irresistibles.
- Con frutas frescas: Añade un toque de frescura y color sirviéndolas con frutas frescas cortadas, como fresas, plátanos o kiwis. Las frutas aportarán un contraste refrescante y añadirán un toque de acidez que equilibra la dulzura de este postre.
- Baño de chocolate o caramelo: Si quieres elevar el nivel, puedes servirlas con una salsa de chocolate o caramelo líquido. Simplemente vierte el chocolate o el caramelo sobre las torrijas antes de servirlas para añadir un toque extra de dulzura y sabor.
- Acompañadas de una taza de chocolate caliente: Para una experiencia verdaderamente reconfortante, sírvelas junto a una taza de chocolate caliente espeso.
Sea cual sea la forma en que decidas servir y disfrutarlas, asegúrate de compartir este delicioso postre con amigos y familiares para disfrutarlo al máximo. ¡Buen provecho!
Otros nombres de las torrijas
Además de su nombre tradicional, tienen diversas denominaciones en diferentes lugares de España. Aquí te presento algunos de los nombres alternativos para este delicioso postre:
- Tostadas de Carnaval: En algunas regiones, se conocen como “tostadas de Carnaval”. Este nombre sugiere su asociación con las festividades y celebraciones.
- Tortillas de Leche: En otros lugares, se les llama “tortillas de leche”. Esta denominación resalta la textura suave y cremosa que adquieren al empaparse en leche.
- Rebanadas de Carnaval: Algunas personas simplemente las llaman “rebanadas de Carnaval”. Este nombre enfatiza su preparación durante las festividades.
- Budín de Pan Frito: Otro término utilizado es “budín de pan frito”. Esta descripción evoca la idea de un postre reconfortante y sabroso.
- Sopes de partera: Así se las conoce en Mallorca.
- Torradas de parida: Así se las conoce en en Galicia.
Fuera de las fronteras españolas, estas tienen diversas denominaciones en diferentes lugares del mundo. Aquí tienes algunos de los nombres alternativos para este delicioso postre:
- Francia: En Francia, se las conocen como “Pain perdu” o pan perdido. Este nombre hace referencia al hecho de que se utilizan rebanadas de pan que, de otro modo, se perderían.
- Gran Bretaña: En el Reino Unido, se les llama “Poor knights of Windsor” (los pobres caballeros de Windsor). Una denominación que evoca una imagen romántica y medieval.
- Países Bajos: En los Países Bajos, son “Wentelteejfe”. Un nombre que suena tan encantador como el propio postre.
- Suiza: Los suizos las conocen como “Fotzelschnitten”. Este nombre tiene un toque peculiar y distintivo.
- Alemania: En Alemania, se les llama “Arme Ritter”, que significa “caballeros pobres”. Una referencia similar a la británica.
- Portugal: En Portugal, se llaman “Rabanadas”. Un nombre que también sugiere su origen humilde y su relación con el pan.
Así que, independientemente de cómo las llamemos, las torrijas siguen siendo un dulce histórico y delicioso que ha perdurado a lo largo de los siglos en la gastronomía de diferentes culturas
