
El asado de pollo es una receta tradicional muy arraigada en la cocina mediterránea, especialmente en España, donde se ha convertido en un plato de reunión familiar. Su origen se vincula al aprovechamiento del horno de leña en las casas rurales, donde se cocinaban carnes y verduras lentamente, logrando sabores intensos y texturas irresistibles.
Se trata de un plato principal que combina proteína y guarnición en una sola preparación. Es perfecto para una comida completa y equilibrada, sin necesidad de añadir más platos, y se adapta tanto a celebraciones como a comidas cotidianas.
El pollo, protagonista de esta receta, es una carne blanca rica en proteínas de alta calidad y baja en grasas, especialmente si se retira la piel. Aporta vitaminas del grupo B y minerales como fósforo y selenio, convirtiéndose en un alimento nutritivo y versátil que forma parte de la dieta habitual en todo el mundo.
Más allá de lo práctico, el asado de pollo es una experiencia sensorial: el aroma del romero impregnando la cocina, la piel dorada y crujiente que se rompe al primer corte, y las patatas suaves que absorben los jugos del ave. Es un plato que conquista tanto por el sabor como por la atmósfera hogareña que crea.
Ingredientes para 2 personas
- 800g de cuartos traseros de pollo (2 piezas)
- 600g de patatas (10 patatas pequeñas)
- 200g de cebollitas de guarnición (8 unidades)
- 5g de pimienta negra molida (1cdta)
- 5g de romero seco o fresco (1cdta)
- 10g de sal (2cdtas)
- 50ml de aceite de oliva virgen extra (3cdas)
Cómo hacer asado de pollo paso a paso
- Comienza lavando y cortando las patatas en cuartos, y reserva. Pela las cebollitas de guarnición y déjalas listas para añadir más tarde. Precalienta el horno a 200 °C (392 °F).
- Coloca los cuartos traseros de pollo en una bandeja de horno amplia. Añade un buen chorro de aceite de oliva para evitar que las verduras se peguen y queden secas. Distribuye las patatas y las cebollitas alrededor del pollo procurando que estén bien repartidas.
- Salpimenta generosamente y añade romero al gusto. Riega con más aceite de oliva asegurándote de que llegue a todos los rincones de la bandeja. Introduce en el horno y cocina entre 90 y 100 minutos a 200 °C (392 °F), con calor solo en la parte baja del horno. Vigila ocasionalmente para comprobar que se cocina de manera uniforme y ajusta el tiempo según lo dorado que quieras el pollo.
- Una vez listo, sirve el pollo dorado y crujiente acompañado de las patatas y cebollitas tiernas. Si lo deseas, acompaña con salsa romesco para potenciar el sabor.
Consejos para hacerlo perfecto
- Mantén el horno a 200 °C (392 °F) y evita abrirlo demasiado para conservar el calor.
- Si el pollo queda seco, añade un poco de caldo de pollo en la bandeja durante la cocción.
- Puedes personalizar la receta con especias como tomillo, ajo o pimentón para darle un toque diferente.
Cómo servir y disfrutar el asado de pollo
- Presentación: coloca el pollo en el centro del plato y rodea con las patatas y cebollitas. Decora con una ramita de romero fresco.
- Guarnición: acompaña con una ensalada verde ligera o verduras asadas.
- Acompañamiento: sirve con pan crujiente para mojar en los jugos del asado.
- Maridaje: combina con vino tinto joven, cerveza artesanal o un refresco cítrico.
Preguntas frecuentes sobre esta receta
- ¿Puedo usar pechuga en lugar de cuartos traseros?
Sí, aunque la pechuga es más magra y puede quedar menos jugosa. - ¿Cómo consigo una textura más crujiente?
Sube la temperatura a 220 °C (428 °F) durante los últimos 10 minutos de cocción. - ¿Se puede hacer con antelación?
Sí, puedes prepararlo y recalentar en el horno a 180 °C (356 °F) antes de servir. - ¿Es apto para intolerancias?
Puedes adaptar la receta usando aceite en lugar de mantequilla, especias sin gluten y acompañamientos veganos.
¿Listo para disfrutar de un auténtico asado de pollo casero? Sigue esta receta fácil y cuéntame cómo te ha quedado. ¡Buen provecho!